viernes, 15 de mayo de 2009

Estrenos Primavera 2009 II: K-ON!, la vigencia del Moe



Ellas son Ritsu, Yui, Tsumugi y Mio. Cuatro muchachas que el superar apenas el metro cincuenta de estatura y los 40 kilogramos de peso no les impide decidir, en sus años más confusos de secundaria, convertirse en la nueva sensación melómana de Tokio. Sí, desde su aula del club de “música ligera” formaron una banda pop-rock que será la envidia de cualquier Idol. Tienen todo. La edad, las ganas, el talento, la cintura y los rasgos finos. ¿Pero, son acaso caras bellas y actitud somera requisitos ineludibles para el éxito?



En los últimos años el fenómeno moe ha crecido con fuerza inaudita. 萌え “moe” significa literalmente “fascinación” o “amor/gusto ciego” y es utilizado en el argot japonés (en el contexto de amine, manga o videojuegos) para referirse a aquellos clichés gráficos que incitan en el consumidor promedio una profunda atracción: mujeres bellas. Debido a la psicología de los nipones el término se extiende además a todas las actitudes femeninas, aniñadas, tiernas o “lindas”: lo comunmente llamado kawaii (可愛い). Los ejemplos se cuentan por millones. Las lolitas, las meseras, las gatitas, las sirvientas…



He is my master (Kore ga Watashi no Goshujin-sama) ejemplo paradigmático del Moe


Buena parte de industria depende únicamente de esta reproducción social de lo “encantador” y son los cómics, las series animadas y los juegos de citas la punta de lanza de este código estético. La fórmula ha sido utilizada desde siempre y su éxito no sorprende. Hasta cierto punto es necesaria. ¿O acaso es buena idea exhibir productos sin muchachas lindas en la portada?



Tema de entrada “Cagayake! GIRLS” por las voces (seiyuu) de la serie:

Toyasaki Aki & Hisaka Youko & Satou Satomi & Kotobuki Minako

Descarga en sencillo acá


Sin embargo esto ha provocado que la calidad de los productos en la isla disminuya. Son ya muy pocos los que innovan, lo que pretenden arriesgar su capital con argumentos sólidos y autorreferentes. La mayoría de las editoras, estudios y casas desarrolladoras se alinean: producen historias parcas que aderezan con buenas curvas. Se sirven de las manías sexuales cada vez más frecuentes y no los culpo, también éstas tienen su chiste.


Debo aclarar sin embargo que no es el fenómeno moe el que interfiere en el crecimiento de la industria, lo es su utilización excesiva. Imagine. Tiene usted 1,500 yenes (unos 200 pesos aprox.) en el bolsillo y quiere gastarlos en un nuevo manga, el DVD de su serie favorita o el recién estrenado juego de citas para su PSP; pero algo es seguro, no puede permitirse gastar de más porque los precios de todo han aumentado considerablemente (para dar un ejemplo local, en los últimos 5 meses el peso mexicano ha perdido 30% de su valor real frente al yen). Entra pues a su local favorito, barre los estantes repletos y encuentra esencialmente lo mismo. Todas las portadas prometen chicas en minifaldas, con uniformes muy monos o en clásicos bañadores de instituto.


Después de cierto tiempo tomará la decisión más lógica: escogerá el producto de más calidad, el de mejor dibujo o animación, el de la trama más interesante o divertida, etc. El resto palidece en fórmulas gastadas, mal ejecutadas y oportunistas: las historias huecas se escudan siempre en montones de chicas lindas , argumentos que traslucen su mediocridad innata más allá de las rosadas bragas. ¿De quién es la culpa?


La economía japonesa palideció iniciando el año. La crisis de principio de siglo golpeó no sólo a la estratificación de modelo empresaria (hasta entonces un ejemplo para occidente) sino que metió en apuros a las corporaciones que viven del cómic o la animación.


Es bien conocido el caso de Gonzo Digimation, uno de los mejores estudios de animación en la isla y responsable de trabajos parte aguas en la historia de la industria en la última década. Ahora, tras la crisis económica que diera sus primeras señales en el segundo trimestre del año pasado, ha reducido su planta laboral a la mitad y ha postergado indefinidamente varios de sus proyectos más ambiciosos; incluso tuvo que mantener a flote sus finanzas con trabajos de corte meramente pornográfico.


Hasta aquí el panorama es oscuro. K-ON! (Keion!, que viene de “kei”, ligero, trivial; y “on”, reducción de “ongaku”: música) representa un ejemplo perfecto para la simplicidad encantadora imperante en las nuevas producciones: una que funciona porque se jacta de serlo, porque su pretensión no excede para nada las limitaciones de lo establecido.



Tema de salida “Don't say ‘lazy’” por las voces de la serie:

Toyasaki Aki & Hisaka Youko & Satou Satomi & Kotobuki Minako

Descarga en sencillo acá


El diseño de personajes es limpio y eficiente, la animación un tanto barata pero efectista, la trama francamente liviana y la dirección corriente. Donde brilla la serie es en el magistral uso del kawaii moe y en la caprichosa novedad de la música popular contemporánea. Desde los primeros minutos su fórmula resulta irresistible: lindas jovencitas que experimentan un genuino interés por “hacer” música.


K-ON! está basado en el manga, estilo cuatro paneles, del mismo nombre (2007), es producida por Kyoto Animation y fue estrenada por la cadena TBS de la televisión japonesa el pasado 3 de abril. K-ON! no es ejemplo de animación ni de argumento, pero sí de ejecución y entretenimiento.



Versión subtitulada al español cortesía de Eca-anime

No hay comentarios: