jueves, 8 de abril de 2010

Resident Evil: Afterlife

Queda claro. El motivo de la franquicia cinematográfica, si acaso existente, se ha desdibujado. Desastre biológico, gente posesa, creaturas informes, muerte a escena. La premisa es apenas perceptible. No queda más que consolarse con la mirada, la expresión corpórea de Mila Jovovich. Un pilar que ha sostenido, desde el inicio, todo el peso de dichas adaptaciones.



El asunto ya es deprimente. Una de las más aclamadas franquicias de videojuego, ideada por Shinji Mikami a mediados de la década de los noventa, sigue siendo utilizada para pepenar entradas, porque después de profunda desilusión de la primera cinta y la franca tomadura de pelo que resultaron la segunda y tercera de ellas, es justo decirlo, no creo que existan cinéfilos que tengan en buena memoria a la serie películas, ni siquiera como divertida anécdota.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pero es que eso ya no es Resident Evil, es Matrix con zombies.

Tal vez si las películas se abstuvieran de integrar los elementos que las vinculan con los videojuegos no serían juzgadas tan severamente... Aunque entonces dejarían de ser filmes basados en la obra de Capcom. =P

Por otro lado, es cierto que buena parte del poco interés que estos filmes puedan generar esta sustentado en el atractivo de Mila, quien parece ser inmune al paso de los años.