La espera ha terminado. Tenemos muchos meses de retraso. Tiempo suficiente para que casi nos sepamos por completo la historia, hayamos pasado horas y horas viendo videos y leyendo impresiones de fanáticos nipones: Que si repetitivo y lineal, que si visualmente impresionante, que si ni Final Fantasy parece, que si el diseño es estupendo, que si las peleas un timo, que si la música no es (otra vez) de Uematsu, que si parece pan comido. Respiro y un largo etcétera. Ya no importa, lo tenemos ahora.
Semanas y semanas de rumores allanaron el camino desde el poniente del meridiano cero. Días de espera, incluso de miedo en el inter, angustia para aquellos poseedores de una Xbox 360 en vez del supercomputador Sony. Porque, dicen, la diferencia entre un Blu-ray y varios DVD es notable, abrumadora.
Pero para eso ha llegado al mercado el juego. Para que, por un momento, cesen las voces y las manos comiencen a moverse. A darle pues, a darle…
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