sábado, 31 de enero de 2009

El Final Interminable.

La mayoría de los videojugadores que hayan disfrutado de alguna creación de Square, antes de su fusión con Enix, conocen aquella historia mítica en la que Hironobu Sakaguchi (fundador de la empresa) antes de retirarse de la industria, decepcionado de su propia ineptitud, decide hacer un juego que defina su existencia como creador, que la represente con dignidad. El resultado se llamó Final Fantasy (así, en inglés) y no sorprende que fuese una elegía del retiro.



En 1987 Final Fantasy fue estrenado en Japón y se convirtió rápidamente en un clásico. En la piedra angular de una compañía que se ha dedicado a alimentar sus huestes siempre con el mismo menú.


El juego (que copiaba en parte el estilo de Dragon Quest) había reclutado a un puñado de talentosos y resultó un éxito gracias al diseño único de Yoshotaka Amano y las encantadoras melodías de Nobuo Uematsu. Desde entonces toda persona que toca la franquicia salta a la fama con buenas referencias. Y debo decir que la firma nunca ha defraudado a sus fanáticos. De trece títulos (numerados) sólo el X-2 me ha parecido francamente vergonzante y es precisamente por el torpe abuso en la utilización de personajes pasados (algo inédito en la saga hasta entonces).


XIII


Pues como es común en el mercadeo japonés la siguiente entrega, Final Fantasy XIII, se anuncia desde hace tres años, fue la comidilla del E3 2006. El diseño de Tetsuya Nomura es muy al estilo del moderno Tokyo urbano futurista (el que se imagina siempre Squeare-Enix). Y la música a cargo de Masashi Hamauzu promete aderezar con pasión desmedida.



Se reveló un nuevo avance, a esperar se ha dicho…

1 comentario:

Ald0rad0 dijo...

Está rebuna tu lista jajajaja

saludos!