miércoles, 12 de enero de 2011

“Battle: Los Angeles”, la fábula del apocalipsis alien

Por Ismael Martínez



Con infinita complacencia los hombres iban y venían por todo el globo terráqueo ocupándose de sus pequeños problemas, confiando en la seguridad de su imperio sobre la materia. Es posible que los infusorios debajo del microscopio hagan lo mismo.


H.G.Wells, La Guerra de los mundos


Antes de que los videocubes comenzaran a perder terreno frente a los nuevos sistemas de renta en línea, cuando éstos se encontraban aún en fase de prueba, una de las cintas utilizada como referencia para medir el éxito del nuevo protocolo fue Día de la Independencia (1996) de Roland Emmerich. Así sucedió con la plataforma Zune de Microsoft o el sistema “Video On Demand” de Cablevisión.


El por qué Día de la independencia es una de las cintas más taquilleras de la historia trasciende a su fórmula de acción bélica nacionalista, la inclusión de un protagónico afroamericano o al mero discurso pro yanqui de “la tierra nos pertenece” encabezado por el mismísimo presidente de la Unión Americana, quien, veterano de la fuerza aérea, dirige la avanzada contra la amenaza alienígena. Me atrevo a señalar que el éxito de la cinta subyace en el tema Wellsiano de la abundancia intergaláctica y aquella premisa de “hostilidad universal” profundamente arraigada en el imaginario colectivo humano.



Cuando H.G. Wells escribió La guerra de los mundos durante los últimos años del siglo XIX, no sólo desarrollo una velada crítica sobre el gobierno imperialista inglés y las costumbres de la época victoriana; Wells puso sobre la mesa una pregunta hasta entonces dormida: ¿es la humanidad la única especie inteligente, instruida, civilizada, en la aparente infinitud de galaxias?


Dicha cuestión resulta parte aguas en la historia de la ficción sobre ciencia. Estudiosos apuntan que el libro publicado en 1898 es el primer documento literario en describir una invasión a la Tierra por especies foráneas. La narración se convertiría a la postre en tema predilecto en las fabulaciones literarias del siglo XX e inspiración irrefutable para todos los grandes exponentes del género: ¿Son ellos o nosotros los amos del universo?


Battle: Los Angeles, dirigida por el sudafricano Jonathan Liebesman, retoma el espíritu combativo de la última defensa terrícola en la coyuntura de una invasión alienígena que no pude sino destruirnos, en unos instantes, tomando al mundo entero por sorpresa. La trama sitúa, en la metrópoli costera de Los Angeles, al último bastión de las fuerzas de autodefensa planetarias, luego de que el resto de las grandes ciudades del orbe fueran masacradas, en cuestión de minutos, por misteriosas fuerzas militares provenientes del espacio exterior.



El título, tomado de un suceso histórico en los anales bélicos estadounidenses, cita la conmoción ocasionada la noche entre el 24 y 25 de febrero de 1942 durante llamada “Batalla de Los Angeles”, cuando un supuesto avistamiento de aeronaves en el firmamento americano disparó en la memoria los acontecimientos acaecidos apenas dos meses antes en la bahía de Pearl Harbor. El arte de uno de los carteles publicitarios retoma incluso una fotografía de la época reproducida al día siguiente de los sucesos por el diario Los Angeles Times.


Lo interesante de la anécdota es que, a pesar del intenso fuego antiaéreo, no se registraron bajas enemigas, más aún, siquiera rastro alguno de su existencia por lo que la marina estadounidense declaró el suceso como una “falsa alarma” provocada por “nervios de guerra”. Desde entonces el acontecimiento alimentó numerosas teorías conspiratorias que apuntan a posibles avistamientos de OVNIs y al posterior encubrimiento del gobierno.






La producción de Columbia Pictures cuenta con Aaron Eckhart y Michelle Rodriguez en los roles protagónicos. El estreno en salas comerciales está planeado para el próximo viernes 11 de marzo del año en turno.

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