Por Ismael Martínez
Él, el señor Kim, está en graves aprietos. Debe dinero. Mucho. Su novia le ha dejado. Los acreedores alegan ya vencimiento. Para muchos oficinistas de mediana edad en Seúl no hay más opción que el auto exterminio, y al igual que cientos de personas al año, el señor Kim ha decidido irse de la vida flotando sobre las quietas aguas del río Han.
Ella, la señorita Kim, no ha muerto, sin embargo ha desaparecido del universo. Desde hace tres años, cuando sufrió un accidente que le dejo una gran cicatriz en la frente, sobre la ceja derecha; vive enclaustrada en una habitación de un departamento multifamiliar. Sus padres, incluso, saben de ella sólo por mensajes de texto.
Él falló en su intento. Terminó de náufrago en el inhabitado islote Bam bajo el puente del citado río. El teléfono falló. Falló también la habilidad. No sabe nadar. Se quedó entonces ahí, solo, descubriendo sus pulsiones primarias, los más elementales instintos de supervivencia. Comenzó a experimentar, por vez primera, su propia existencia.
Ella no necesita más espacio. Ahí hace de todo, en una pequeña alcoba de cuatro por tres metros. Tiene cama, comida, agua y recreo. Duerme once horas, controla su ingesta de calorías y hace ejercicio. Durante el día se inventa una vida ficticia en un blog internauta y por las noches, cámara mediante, monitorea las fases de la luna.
Es en una de esas miradillas detrás del teletipo que, durante un simulacro de ataque aéreo, la señorita Kim apunta su lente a tierra y se topa con el señor Kim. Es entonces que, atrapada en el ineludible arrebato de la curiosidad, él termina por perturbar su vida, le transforma, le inspira. Comienza pues la historia de un náufrago en la luna.
Náufrago en la Luna (Kimssi pyoryugi), segundo largometraje del cineasta coreano Hae-Jun Lee, es una bella comedia romántica cuya ligera trama no sólo juguetea con toda la escala de las emociones humanas, sino que subraya la excesiva importancia que han cobrado los medios civilizatorios en el desarrollo moderno de la vida urbana.
Jolgorio mediante, se critica la frivolidad tecnológica, la “cercanía” internauta y el drama económico en el modo de vida de la clase media. El filme, incluido en la selección del 30 Foro Internacional de la Cineteca, estará exhibición en dicho recinto hasta el próximo sábado día 15.
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