Hace seis semanas que la plataforma petrolera Deepwater Horizon operada por British Petroleum (BP) en aguas del Golfo de México estalló en mar abierto. Diecisiete trabajadores resultaron heridos, once más muertos/desaparecidos. Las razones del desastre no son del todo conocidas. Lo qué sí sabemos es que millones de litros de petróleo van mellando, segundo a segundo, la transparencia cristalina del océano.
Cientos de animales perecen, si vale decirlo, se asfixian. Delfines, aves migratorias, especies de tortugas protegidas. Las costas de Florida se han vuelto inhabitables. La industria pesquera está detenida. Los daños económicos giran en las cabezas de los ejecutivos de la firma y son ya un problema en las finanzas internacionales. Los daños ambientales son, en este momento, incalculables…
La indignación social crece y la incapacidad operística y tecnológica de los culpables no encuentra salida a tan terrible cataclismo… La comunidad periodística ha reaccionado al suceso, he aquí una breve selección de crítica gráfica recientemente difundida…
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