Por Ismael Martínez
En México la industria del cómic es tan pequeña como perecedera. Mientras en países como Perú y Argentina la comunidad comiquera comienza a organizar verdaderos Salones del Cómic con exposiciones de obra, presentación de novedades, charlas con autores y premios a ediciones impresas, en la Ciudad de México los involucrados, acostumbrados al trabajo duro y la distribución de mano en mano, recién comienzan a levantar el rostro.
Ya durante la pasada XXXI Feria del Libro del Palacio de Minería se organizó la “Primer Jornada de Cómics” con la presencia de autores, ilustradores, periodistas y editores, quienes se volcaron a debatir el estado de la industria nacional y las implicaciones para sus seguidores, sin embargo, el diálogo se quedará en mero ejercicio intelectual mientras los nuevos creadores no cuenten con plataforma publicitaria ni vía de distribución para sus trabajos. Es ahí donde eventos como La Mole y TNT, muy cercanos al público, deben fungir como foros naturales para el desarrollo profesional y la proyección comercial de ilustradores y guionistas.
Seguramente se preguntarán qué tuvo de “especial” la pasada edición de la TNT en la Ciudad de México, ¿qué más puede ofrecer un evento ya viejo y falto de ideas?
La reciente TNT intentó cruzar, sin embargo, el límite de mera vendimia. Fue denominada “Especial doblaje y dibujantes nacionales” porque los organizadores decidieron llamar a quien se dejase de los miembros de la industria en nuestro país. Editorial Vid, Marvel México, ilustradores independientes y figuras clave en el gremio de actores de doblaje fueron congregados en el recinto de Tlatelolco durante el pasado fin de semana largo, del jueves 13 al domingo 16 de agosto.
La TNT Especial 01 Doblaje y dibujantes nacionales contó con la presencia de importantes actores de doblaje tales como Maggie Vera, Isabel Martiñon, Carla Castañeda, René García, Carlos Segundo, Hugo Nuñez y Rolando de Castro; así como con los ilustradores Lizzeth Huerta (emeequis), Rafael Gallur (Blue Demon, Sensacional de Luchas), Rubén Nava (Koigora), Mario Guevara (El águila y la serpiente), Oscar Bazaldua (El Santo), Antonio Alfaro (Los padrinos mágicos) y Mauricio Herrera (Mitos y Leyendas) entre otros.
El esfuerzo fue realizado, jugadas fueron las cartas. Desgraciadamente, las precarias instalaciones y la falta de personal en la organización dejaron una estela agridulce. Esperemos pronto que las buenas ideas no desfallezcan más por complicaciones arquitectónicas o pereza administrativa.
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