Por Ismael Martínez
El uso masivo de la Internet en el mundo viene desde finales del siglo pasado. La Internet es un medio autónomo que nace para aglomerar a todos los existentes. Cada espacio del conocimiento humano ha sido trasladado y almacenado a los contenedores virtuales. Miles de millones de bits en información traslucen en un formato de perpetuidad intangible. Viajan los datos a velocidad inaudible. Viajan casi sin obstáculos.
El espacio de sociabilización ha encontrado entonces nuevas manifestaciones en las redes virtuales. Esas nuevas manifestaciones han facilitado formas de organización autorreferenciales con objetivos focalizados. Esos objetivos específicos resultan con frecuencia peticiones fanáticas. Los fanatismos más radicales tienen que ver siempre con el entretenimiento y la cultura: farándula, deportes, música, cine, tv, etc. Los comic resultan, por tradición, una de las modalidades más obsesivas del entretenimiento, una que ha creado nuevas organizaciones virtuales: los fansubs.
La siguiente (a largo plazo) es una investigación sobre los procesos que han llevado a ciento tipo de usuario de Internet a buscar asociación con personas que compartan su modo de vida y pasatiempos porque no encuentran en los causes comunes satisfacción a éstos.
Ese es el caso de los fanáticos del manga japonés fuera de la isla. La mayoría de ellos no puede disfrutar de la lectura del manga como lo hacen sus pares en Japón, tienen que buscar en la red indicios de personas como ellos, construir así amistades en todo el mundo, apoyarse en colegas internacionales; esperar, encontrar a que alguien que tenga de algún modo el manga, el cómic, que busca. Ir al encuentro del archivo y entonces convertirse ellos mismos en parte del engranaje, en emisores del mensaje: hacer trabajos de traducción para que otros puedan acceder al material que ellos ya han disfrutado.
Sobra decir que me describo, que lo he vivido. Tengo entonces un interés personal y profundo en el tema, en las formas, en los problemas que acarrea.
Continuará…
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