El poder no es asunto de ética, es su ejecución herramienta. Uno decide si destruir o aportar, o en pos de uno el otro contrario propiciar…
Había una vez un mago que decidió borrar todos los idiomas. “Si todos los hombres hablaran una sola lengua –pensaba-, no habría guerras ni malentendidos. Seríamos una única tribu…”
Así comienza el cuento. Un poderoso mago condensa en un nuevo idioma la sabiduría toda del mundo entero. Y lo hace no por maldad o torpeza, sino como tributo pacífico a la humanidad, como respuesta a su capacidad inmensa para sabotear su felicidad.
Pero los hombres no podían vivir con un solo idioma…
…porque se morían de aburrimiento.
Entonces surge un niño (un niño sin nombre porque en el nuevo mundo dichas denominaciones no existen) que posee la voluntad libertaria más absoluta: la imaginación humana. Con ella el niño descubre, en la abultada barriga de una ballena, el contenedor único de todos los idiomas añejos del planeta…
Marcelo Birmajer (El siglo XX ) construye, a partir de una idea original de Marta Villegas, un espacio de confianza hacia el hermano ajeno. Porque aun sin comunicación franca continua directa se comparte el mismo anhelo profundo: Paz entre los pueblos.
El nombre de la ballena es también una apología de la diversidad lingüística, no como herramienta de comunicación fáctica, sino como divertimento de las letras. Un enfoque nuevo: el idioma como necesidad lúdica.
El nombre de la ballena
Marcelo Birmajer - Marta Villegas
Ilustraciones de Manuel Monroy
México, Fondo de Cultura Económica, 2009
Colección: Los especiales de A la orilla del viento
Precio de lista: $85 pesos
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