Me encuentro a Ismael (lo que, de entrada, es ya un gusto en sí mismo) y debajo de la alfombra sale una pregunta más compleja de lo que parece: ¿Cómo ha sido la experiencia de presentar ¿Quién es la noche? al público?
Cierre de la minigira 2009
Porque está claro que mi queridísimo Kuranes II, viejo lobo de mares y ciudades, no aceptará una respuesta complaciente ni automática, me pregunto ahora a mí mismo: ¿Y cómo ha sido?
Han sido nervios y ha sido un cambio, para algunos gradual, para algunos brusco, en unas u otras direcciones, pero al fin un cambio irreversible en el camino que vamos a andar, porque hace un año casi ninguno de nosotros, creo, se había planteado la posibilidad de escribir en tintas y papeles palpables, hojas de imprenta. Hoy publicamos un libro.
¿Eso nos convierte en escritores? No. Para nada. Pero nos empujó a dar un paso que para muchos se muestra inalcanzable hasta que mueren: El debut en público, el desvirgamiento ante la crítica de cualquier lector, un proceso que, hablando sólo de mi caso, me tardaré un rato en asimilar no por las dimensiones de esto, que son más bien modestas, sino por la velocidad a la que ha sucedido todo.
¿Qué quién es la noche? Ya no sé. No podría ni querría responder la pregunta. Que quede claro que nunca escribimos para encontrar respuestas, sino para regocijarnos en el placer de compartir, con quien se deje, las malicias de esa pregunta infinita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario