El nuevo karateca

Y el hombre detrás del monitor dejó escapar un largo y desconsolado suspiro, de esos que describen a detalle, sin palabras, el más hondo patetismo. Prosiguió entonces a recordar una cinta que marcó muchas noches de su tierna infancia, acto seguido, se rascó largamente la piel invadida de cabello detrás de la suya oreja…

Comienzo esta entrada exhibiendo a cabalidad la reacción propia, una que describe la más absoluta congoja. La tristeza de observar cómo los productores gringos, esos ausentes de ideas y con las carteras demasiado llenas, conciben arruinar el tierno personaje de Pat Morita, el Sr Miyagi, ícono de la cultura cinéfila más allá de los años ochenta.

Así parece. Para Hollywood el arte del combate japonés a mano limpia (el karate-do) pasa a ser ahora enseñado (en inglés) por un chino, en China, a un niño afroamericano a quien molestan en la escuela por negro y coqueto. Todo ello con la opulenta escenografía de la gran muralla y, para coronar el mosaico, el bit urbano del más insulso “hip hip” puertorriqueño. Qué dios nos ampare antes del próximo verano…