El movimiento anticensura (para algunos pro lolicon) Yes to Freedom se mueve con soltura en el ciberespacio. Por lo pronto ha lanzado ya una página web independiente en inglés, un wiki y, más aún, hace un par de días, librado un diseño tipo manga que pretende convertirse en el estandarte visual de la causa: Jiyu-tan (自由たん).
El nombre, cosa fácil, deriva de la palabra japonesa “libertad”.
1) Colegiala de falda corta, 2) traje de marinerito, 3) cabello largo sujetado en coleta, 4) ojos de color inhumano, 5) instrumento fálico en proporción a su altura y 6) ornamentos rosados, son elementos todos de cepa ganadora, dignos representantes de la corriente creativa loli.
P.D. Desde hace algunos meses el congreso japonés discute elevar los índices de prohibición en el material, enteramente ficcional, para adultos, entre ellos, se debate la erradicación del arte lolicon, es decir, aquel que involucra de forma directa a personajes que aparenten infancia.
P.D 2. Con respecto al tema, los interesados pueden consultar un comentario-artículo que escribí a principios de noviembre cuando, comentando la portada de aniversario de la revista Ultra Jump, un lector expresó su malestar al tratarse ésta de una ilustración propiamente loli.
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