domingo, 31 de mayo de 2009

¿Fantástico?

El estado de la industria del cómic en la ciudad de México es para preocuparse. Salvo las intensas campañas monopólicas de Editorial Vid, con sus múltiples (e inhumanas) casetas cada dos cuadras; existen apenas un puñado de comiquerías que exhiban un decente surtido de novedades semanales. Una de ellas es la cadena nacional ComiCastle, que mantiene tres locales en la zona conurbada: uno en Coapa, otro en Ciudad Satelite y otro más, el llamado “Matriz”, el más antiguo de la ciudad (16 años), sobre Félix Cuevas. A este último me referiré a continuación.


El viernes pasado quebré mi cochinito porque me enteré que Dark Horse recién editó otro compendio de ilustraciones de Yoshitaka Amano referente a las cuatro primeras entregas de la saga Final Fantasy. Es bien conocido (¿o no?) el fanatismo del escriba ante el arte del maestro Amano, así que debía tenerlo a toda costa…


Al entrar en la sucursal ubicada a las afueras del metro Zapata, noté que un par de individuos encascados estaban desmontando el espectacular luminoso que adornaba la entrada. En inicio no me pareció raro, durante los últimos meses la placita ha sido un ir y venir de constructores.



Llegué y revisé con minuciosidad las cuatro mesas de novedades deseando que aún alcanzara algún ejemplar del libro antes citado. Fue entonces que note la atípica presencia de más gente del staff, unos bajando y descargando grandes paquetes sellados, como en actitud de embarque…


Hallé el artículo pertinente y me dirigí a caja. Fue entonces que la intriga desapareció. La dependienta, que ya me identifica, se detuvo un momento para advertirme: “el próximo lunes (1 de junio) es el último día que abre la tienda…” (entonces la chica hizo una pausa innecesariamente larga, mi pequeño corazón otaku dio un vuelco).


Ya andaba yo pensando en las múltiples incomodidades que dicho cierre acarrearían a mi muy perezosa persona cuando la muchacha continúo con su intervención: “desde el miércoles nos cambiamos a una calle”, y con un ademan displicente alargó una postal publicitaria… “¿cómo se llamará ahora?” aventuré sin percatarme que había hendido una navaja sin piedad: “no me obligues a decirlo” contestó…


Baje el rostro y observé la horrible tarjeta que posaba entre mis dedos: “Fantástico” decía, una frase iluminada con brillantísimo azul que además se colocaba en alto contraste con un ladrillado muro. Para colmo una navecilla espacial (como la de Olimar en Pikmin) volaba como mosca frente al desafortunado chascarrillo… “Patrón manda” alcancé a musitar, “así es” me suspiraron.



Antes de enlistar el despropósito que un nombre tan cursi y trillado asigna a todo aquello que toca, expresaré mi preocupación por lo que dicha “reestructuración” connota y denota.


Es evidente que la precariedad del diseño y su matiz cromático pastel evocan un ineludible periodo de infantilismo tardío. El recurso del muro cómico resulta denigrante incluso. La tarjeta adscribe además sus metas focalizadas: “cómics, superhéroes, ciencia ficción y fantasía”. Todo ello hace pensar que el “replanteamiento mercadológico” va enfocado a un público mucho más joven. Que los discretos y fieles clientes no son suficientes. ¿Querrá la administración crear una play zone como la de MCDonalds? Eso es lo que verdaderamente asusta. Esperemos al 3 de junio.



Al respecto, David Noriega, el mero mero, dio sus impresiones: Como algunos ya sospechan he estado trabajando intensamente en un nuevo proyecto que se llama Fantástico. ¿Qué es Fantástico? Es simplemente el nuevo nombre de mis tiendas de comics. Un día cuando estaba empezando a vender comics en Pericoapa un cliente me sugirió que tuviera una marca y logo a pesar de que solo vendía en un tianguis…


¿Interesado?, pincha acá para seguir leyendo.

1 comentario:

Kuroi Tsuki dijo...

Dios uno de los recintos de ñoñes por excelencia cambia su cede, su logo y su fantastica mágia... a ver que onda con la inauguracion, espero que al menos sea un lugar mas grande.
En fin... creo que un pedazo e mi se ha roto, la primera vez que entre a ese lugar fue magico, tenia hasta un dragon atravezando una pared... ya no más. Snif Snif