viernes, 7 de agosto de 2009

Hachiko: A Dog's Tale, el perro que retó a la muerte

Hachiko es el perro más famoso de Japón: el arquetipo de fidelidad canina. Su historia es leyenda. Tanto, que a las afueras de la estación ferroviaria de Shibuya, en Tokio, continúa firme una efigie erigida en su memoria.


Estatua de Hachiko a las afueras de la estación de Shibuya, Tokio. Hachi cuenta con dos monumentos más, uno a la salida de la estación Odate y otro con su amo en el parque de Ueno.


Cuentan las generaciones posteriores a la primera gran guerra que Hachi (como le llamaban sus dueños, ya que “Hachi” significa, literalmente, “ocho” y se escribe “”, una figura similar a las peculiares extremidades del can) acompañaba cada día a Eisaburo Ueno, su amo, a la estación de trenes a quién veía partir hacia la Universidad de Tokio, donde éste fungía como profesor de ingeniería rural y agronomía.


Hachi lo escoltaba tanto de ida como de vuelta. Así lo hizo por dos años, hasta que el profesor Ueno falleció de un ataque cardiaco mientras dictaba clase hacia mayo de 1925. El perro, sin embargo, volvió cada día a la estación esperando ver a su dueño. Lo hizo durante una década, hasta que por fin encontró la muerte un frío día de invierno.



Los comerciantes de la zona le tomaron mucho cariño y admiraban su lealtad, así que pidieron al ayuntamiento un reconocimiento perpetuo a aquél perro. Lo obtuvo en abril de 1934, estando Hachiko todavía con vida.


La historia, como cualquiera digna de contarse, fue traducida al celuloide en 1987. Salvo por algunas lágrimas inocentes que la cinta pudiera desatar (y el impulso de poseer algún bello can de dicha raza), la trama no es lo bastante para sobrepasar la anécdota. Francamente, Hollywood ya se había tardado en intentar occidentalizarla.



Corte japonés


Siguiendo con la interminable ola de adaptaciones fílmicas, el director sueco Lasse Hallström (My life as a Dog, Casanova) ya prepara su versión americana de los hechos. Y, tal como en su última película (The Hoax), Richard Gere le parece el protagónico adecuado.


Considerando su extensa filmografía, tal vez esté en lo correcto. El tipo es perfecto para los dramas ligeros. Además, Gere goza de buena fama entre el público japonés: ¿Alguien olvida su baile con el primer ministro Junichiro Koizumi mientras se encontraba promocionando la cinta Shall We Dance? en marzo de 2005?



Avance estadounidense


Hachiko: A Dog's Tale participó en el Festival Internacional de Cine de Seattle en junio pasado, pretende exhibirse este otoño en EU y se estrena mañana sábado 8 en salas niponas.


PD: Los restos de Hachi, el original perro Akita, se exponen disecados en el Museo Nacional de Ciencia de Japón en Tokio.

5 comentarios:

Kuroi Tsuki dijo...

Yeah! buen dato al final, no me sabia que los restos del perro aun se mantienen en un museo.

Anónimo dijo...

Me encanto la lealtad del perro que tiene hacia su amo...
Es digno de admirarse.

Anónimo dijo...

No me parece que la "la trama no es lo bastante para sobrepasar la anécdota". La película japonesa es mil veces más rica que la versión gringa.

Robert dijo...

YO Y MI FAMILIA ACABAMOS DE VER LA PELICULA,ES EMOCIONANTE, TRISTE, PERO DEMUESTRA Y RESALTA LA LEALTAD Y EL AMOR QUE HACHIKO TENIA HACIA SU DUEÑO. :)

COMO DICE EL DICHO: "el perro es el mejor amigo del hombre"

Ismael dijo...

Gracias por tu comentario... Un saludo.