domingo, 21 de junio de 2009

Paraíso perdido…

I


El teléfono celular ha cambiado nuestras vidas. La forma en la que concebimos al mundo ya no es igual. La comunicación desde entonces es móvil, gana cada vez más en velocidad. Todo ello es reflejo sintomático del movimiento corporal. Cada vez es más difícil permanecer en un solo lugar.


Pero el teléfono portátil es también un arma, muy peligrosa además. Uno puede ser espiado en todo momento, alguien más conocer la ubicación exacta de sus pares en la realidad. Higashi no Eden retoma el tema de la inseguridad operativa en la que estamos inmersos gracias a la masificación de los avances tecnológicos. El daño que unos cuantos superdotados podrían causar.


¿Qué tanto daño pude hacer un teléfono, si alguien del otro lado de la línea cumple tus deseos sin rechistar?, ¿qué sucede si desde el Estado se ignoran las necesidades de los individuos sin hogar, de las personas que han perdido su trabajo y desde su desesperada juventud comienzan a actuar?, ¿qué ocurre cuando los políticos pierden la fuerza para gobernar, y organizaciones secretas con pretensiones económico-militares manejan los hilos para el mundo controlar? Todo eso expone la serie estrenada apenas en abril pasado y que esta semana terminó emisiones por la cadena Fuji TV.


II

Si no conoces la serie y no deseas llevarte “sorpresas” salta al siguiente apartado


El escenario es el siguiente: Mr Outside, un vetusto empresario megalómano inconforme con el devastador resultado tras la derrota de Japón en el 1945, elige a 12 personas entre la población nipona. Sin más, les entrega un teléfono celular con 10 mil millones de yenes de saldo. Les explica: al llamar, podrán pedir a la operadora cualquier favor y ésta utilizará el dinero de sus cuentas para hacerlo realidad. No existe restricción alguna. Pueden utilizar el teléfono como les plazca. Pero cuando el crédito se agote, morirán.



Abraham Lincoln dijo que para poner a prueba el carácter de un hombre habría que darle poder… No es extraño que él mismo haya terminado de la forma en que lo hizo.


De los “elegidos” Unos construyeron su feudo personal, y perecieron bajo intrigas rivales. Otros utilizaron sus recursos para el placer o la venganza, a otros los destruyeron la fricción de los metales que ellos mismos forjaron. El resto murió víctima de sus hermanos de sangre. Cada uno siguió pasos distintos, sólo un denominador común los adhiere: todos sucumbieron ante sus acciones, como consecuencia de sus propias varas…


Pero hubo un par de ellos que decidieron cambiar el mundo, y para ello necesitan primero dominar al Japón. Hacerlo bajo cualquier método necesario.


Ahora, un grupo de brillantes y desempleados graduados (conocidos como NEETs) deberán descubrir el misterio de los “teléfonos mágicos”: Una experta programadora aún en párvulo; una muchacha enamorada del esposo panadero de su hermana; un experto en informática, adepto a las teorías conspiratorias quien se encuentra recluso porque un día el viento se levó sus únicos pantalones; un chico con media docena de identidades, sin memoria y con uno de los teléfonos, y en él, el futuro de su nación.


III

Final apresurado, secuela a cines


Higashi no Eden llegó el pasado jueves 18 de junio a su última emisión. Con apenas 11 episodios de trama demostró toda la fuerza narrativa de la animación: belleza, ficción y verdad.


Sin embargo, Higashi… nos presenta un final que no lo es. Que pretende elevar el acontecimiento a otro nivel, que salga de los hogares y aterrice en cines. Que muera allá parece pedir. El último capítulo televisado es un amuestra clara de porqué a los japoneses no les gusta terminar: lo hacen sin ganas, apresurándolo todo, dando apenas respuestas vagas. Lo suyo es la postergación.


El capítulo intenta dar una explicación acelerada de todo el contexto de la historia, de redimir a nuestro personaje principal: darle a su pasado la heroicidad que se merece, y además humildad. Apenas se revela la supuesta identidad de quien comienza todo, y se ignora olímpicamente hablar sobre la mitad de los “elegidos”.


Hacia los últimos segundos, al terminar el tema de salida, se hace el anunció redentor. El título contará con dos largometrajes: Higashi no Eden: The King of Eden, a estrenarse el próximo sábado 28 de noviembre; y su secuela inmediata Higashi no Eden: Paradise Lost, que verá la luz en enero de 2010.


Esperemos que este ardid mercadológico (que comienza a ponerse de moda entre las productoras japonesas) sirva para que los responsables nos entreguen entonces un final digno para la serie, una de las más esperadas en este 2009.




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