Doug Jones, maratónica firma de autógrafos
Domingo, poco después del medio día. Centenares de personas pasean entre las arboledas del Centro Nacional de las Artes al sur de la Ciudad, pero algo se percibe distinto. Tal vez sean los entes disfrazados, la música y el ambiente.
En la cartelera, lo de siempre: muchas bandas, concursos de karaoke y variadísimo cosplay
ExpoComic Poder Joven no se siente como un enorme tianguis de discos piratas. No hay en cada esquina vendedores arriando una compra. Pero la diferencia fundamental no radica sólo en las restricciones de los expositores a comercializar material original (en el sentido más amplio del término), ni es la presencia del Fondo de Cultura Económica entre los stands, o la mucha juventud de los entusiastas animadores. No. La clave está en el lugar, en su armonía con la arquitectura, y en el espacio de recreación que asegura pasillos por los cuales transitar.
Fuera de las fotografías, el cosplay se vivía con auténtico gozo. Las personas enmascaradas no eran sólo muñecos: transitaban, convivían. Sus imperfecciones corpóreas se compensaban con el arrebato de sentirse fuera de sí, de representar algo más.
Haruko Momoi, el paparazzo…
La muestra rebasó su gratuidad, e incorporó, al fin, el comic dentro del circuito cultural.
1 comentario:
Està buenisimo el cosplay del maestro Kame Sen'nin, que tiene una extensa biografìa en intenet. Ah por cierto es paparazzo, porque el tèrmino es italiano y se debe a que el primer wey que comenzò a fotografiar a la farandula se llamaba Paparazzo y de ahì derivò a paparazzi. Saludos desde el lugar màs aburrido del planeta
Abigail
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