Audio 2008 IV

Consoulers of the Lonely - The Raconteurs

Consoulers of the Lonely es un álbum sorprendente. Hace tiempo que no encontraba una maravilla tan bien estructurada, un álbum que valiera por sí mismo, uno en el que no importasen los nombres… uno que trae la portada en monocromo y se vende con velocidad.

Escucharlo entero es una experiencia obligada, casi al nivel del The Dark Side of the Moon de Pink Floyd (1973), el Discovery (2001) de Daft Punk o el Turn off the Brights Lights (2001) de Interpol.

The Raconteurs es una banda sin par, nacida del capricho de unos pocos para regocijo del mundo, de nuestras orejas comunes. La banda es rock del bueno, del que se sabe con historia, la que asimila porque ya es parte de ella.

Con una base sólida de blues atrás se regodea de las influencias contemporáneas, roza (si quiere) el punk, aprende del jazz, conoce a la perfección la sintonía rockera, su sentido: es libre. No puedo evitar decirlo, The Raconteurs me recuerda a Led Zeppelin; esa potencia incontenible, esa capacidad sorpresiva, esa descripción tonal, ese virtuosismo en guitarra, bajo y platillos.

Ahora presentan Consoulers of the Lonely, y repiten el éxito abrumador de Broken Boys Soldiers (2006). El álbum es más alocado y menos blusy, mucho más potente y experimental. Presenta esa propiedad musical tan valorada, es interminable. Cuando uno prevé el fin de la pieza de pronto ésta comienza a variar y no termina de hacerlo. Cada track contiene algún memento, alguna fracción repetible, ese lúcido pedazo que escucharás una y otra vez porque es inagotable.

Mejores tracks:

Salute you solution. Número 4 en la lista gringa del Billboard. Una composición completa, base percusionista sólida; guitarra distorsionada, loca, libre. Un stripe multiplicado…

You Dont Understand Me. Uno de los mejores finales en la historia del rock & roll.

Hold up. Detenerse sin frenos, magia en los dedos, Led Zeppelin en las cuerdas, sin más

Top Yourself. Regresando al western. Banjo. El mundo adora el banjo…

Attention, posiblemente la mejor pieza del álbum (aunque ni sencillo fue), sube y baja, permanece en el alma. Jack White sabe que es un virtuoso hijo de perra, se aprovecha de nuestros tímpanos con ello. Attention comienza con un bellísimo y entusiasta riff desde el bajo al que se le unirá después una pertinente base de teclas y baquetas… “Ahora que ya tienes mi atención, ¿qué vas a hacer?” canta Benson como eco mental del escucha… Brillante. Una de las mejores composiciones del año. Los últimos 40 segundos de ésta canción podrían vender el álbum por sí mismos…

¡¡¡Hey!!! ¡¡¡Hey!!! ¡¡¡Hey!!! ¡¡¡Hey!!!