jueves, 26 de febrero de 2009

Feminismo y teatro en Minería

Por Ismael Martínez

  • Ofrecen dramatización y lectura de Gravitaciones teatrales de Maricel Mayor Marsán

24-02-09.- Primera escena. Una mujer llegada a los cuarenta. Sola, abandonada. Una que le pide a Dios le suelte un poco la mano, que no la golpee tanto. Una con marido divorciado y tres hijos que no miran su llanto. Todos menos uno la culparon.


Testimonio de mis días se llama el monólogo que Maricel Mayor Marsán compuso, dramatizado por Tanya de Fonz esta noche en el recinto de Tacuba. Habla de una mujer solitaria que se abandona hacia otros, que se entrega a su padre con Alzheimer y a su hijo adicto, al dolor que emana de éstos. Ella es quien mira en ellos todo lo que tiene más allá del recuerdo, en el plano metafísico del lamento.


Tanya de Fonz realizó la lectura. Lo hizo ella sola sobre el tacón alto de sus largas botas de cuero. Asimilando el silencio oportuno, conteniendo apenas el llanto. Representando toda la rabia de un necesitado.


Segunda escena. Mujer cubana, exiliada. Expulsada de su natal isla por sus padres anticastristas. Vive sola en Miami, en otro país de habla distinta, donde conoce a Valeria, su dizque amiga. Encuentra en ella refugio y charla. Todo lo que ella misma no ha sido. Nuestra protagonista se encuentra de pronto con la voluntad irrenunciable de quien dispone todo hacia el otro, sin pensar la traición en ciernes.


Al finalizar, Tanya devino un comentario sobre el sexismo. Dijo que éste tiene una factura muy distinta a la del feminismo: “El machismo (sexismo) nace para aplastar. El feminismo para defenderse”.

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