Siempre he sostenido que la especialidad cinematográfica estadounidense son los avances,
sólo compárenlo con el “latino”, una fiel traducción del original japonés:
Y para redondear, una canción que se ha ganado nuestros corazones.
Boba, melosa hasta el tuétano, pero efectiva como el sol…
PD. Si me preguntan, odio esa manía universal de “adaptar” las canciones. El tema principal de Ponyo fue escrito para una increíblemente dulce voz infantil japonesa, un registro que jamás alcanzará en timbre ni dicción algún chiquillo extranjero, además, la letra sufre siempre una pérdida cognoscitiva.
1 comentario:
Ayyyy sí!!! ^O^!!! Esas voces de pequeños japoneses son encantadoras!!
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